Lo realizado por LeBron James en estas pasadas finales de la NBA, creo sinceramente que ya lo sitúa como el todoterreno por excelencia de la historia del baloncesto. Son muchas las ocasiones en que hemos debatido sobre si Magic Johnson fue más completo, si Larry Bird todavía es el mejor alero de todos los tiempos o si a LeBron todavía se le pueden encontrar carencias que eviten situarlo al mismo nivel que esos otros dioses de la historia del baloncesto... ya no hace falta discutir más.
Yo, que siempre había defendido que Earvin Johnson era el único jugador de la historia del baloncesto capaz de jugar perfectamente en las cinco posiciones sobre la cancha, ya hace un tiempo que admití que LeBron se había convertido en el segundo jugador de la historia capaz de hacerlo con plenas garantías, pero lo que voy a decir a continuación va más allá e incluso podría herir algunas sensibilidades, pero lo digo porque creo sinceramente que es cierto: LeBron James ha llegado a tal punto de excelencia, que cuando se emplea a fondo, cuando llega la hora de la verdad, es literalmente imparable, al menos en el baloncesto actual. Posee ese instinto asesino de Michael Jordan que hace que se supere a sí mismo cuando llega el momento de la verdad, posee esa calidad y polivalencia tremendas de los dos all-around players por excelencia del baloncesto moderno, Magic Johnson y Larry Bird, posee la capacidad defensiva, cuando se lo propone, de jugadores como el propio Jordan o Kobe Bryant y, además, ha llegado a un grado de autocontrol que recuerda, salvando las distancias, a los mejores Spurs de Gregg Popovich, yendo de menos a más durante la temporada regular, sin importarle marcas y galardones individuales, para destapar el tarro de las esencias a la hora de la verdad... algo que solo pueden hacer los más grandes entre los grandes.
¿Que no tiene tan buen lanzamiento exterior como Jordan o Kobe? Magic tampoco lo tenía, y LeBron, igual que Magic, es mejor pasador y reboteador que ellos... ¿Que Larry era incluso mejor como reboteador? Pero LeBron es mejor como defensor... ¿Que Magic era mejor pasador? Magic era mejor pasador que cualquiera, pero LeBron es mejor anotador y defensor... ¿Que no tiene tanto carisma? Tal vez no lo tenía antes, pero actualmente sí lo ha alcanzado y, además, a día de hoy ya es plenamente uno de esos jugadores que hacen mejores a sus compañeros; J.R. Smith, Tristan Thompson, Kyrie Irving (Kevin Love no cuenta, porque es un tipo de jugador que no encaja en los sistemas del equipo y jamás brillará con todo su potencial en un sistema de juego como el de Cleveland Cavaliers)... LeBron James se ha convertido, y eso sí que son palabras mayores, en el único jugador de la historia en liderar todas las estadísticas posibles en unas finales de la NBA; fue el mejor anotador (29,7), el mejor reboteador (11,3), el mejor pasador (8,9), el mejor ladrón de balones (2,6) y el mejor taponador (2,3) a lo largo de los siete partidos de las finales... casi nada.
Lo que ha realizado LeBron James en estas finales frente a los Golden State Warriors, bien podría definirse como un clínic total de baloncesto, en ambos lados de la cancha, con los mejores sparrings del mundo enfrente. Stephen Curry puede haber sido, merecidamente, el MVP de la temporada, pero este es, sin ninguna duda, uno de esos casos en que se puede decir firmemente que el MVP de la temporada no es el mejor jugador de baloncesto del mundo (un tema sobre el que hace tiempo tengo pendiente un post), pues el jugador más determinante del planeta baloncesto, sigue siendo, a día de hoy, el sr. LeBron Raymone James.
Yo, que siempre había defendido que Earvin Johnson era el único jugador de la historia del baloncesto capaz de jugar perfectamente en las cinco posiciones sobre la cancha, ya hace un tiempo que admití que LeBron se había convertido en el segundo jugador de la historia capaz de hacerlo con plenas garantías, pero lo que voy a decir a continuación va más allá e incluso podría herir algunas sensibilidades, pero lo digo porque creo sinceramente que es cierto: LeBron James ha llegado a tal punto de excelencia, que cuando se emplea a fondo, cuando llega la hora de la verdad, es literalmente imparable, al menos en el baloncesto actual. Posee ese instinto asesino de Michael Jordan que hace que se supere a sí mismo cuando llega el momento de la verdad, posee esa calidad y polivalencia tremendas de los dos all-around players por excelencia del baloncesto moderno, Magic Johnson y Larry Bird, posee la capacidad defensiva, cuando se lo propone, de jugadores como el propio Jordan o Kobe Bryant y, además, ha llegado a un grado de autocontrol que recuerda, salvando las distancias, a los mejores Spurs de Gregg Popovich, yendo de menos a más durante la temporada regular, sin importarle marcas y galardones individuales, para destapar el tarro de las esencias a la hora de la verdad... algo que solo pueden hacer los más grandes entre los grandes.
¿Que no tiene tan buen lanzamiento exterior como Jordan o Kobe? Magic tampoco lo tenía, y LeBron, igual que Magic, es mejor pasador y reboteador que ellos... ¿Que Larry era incluso mejor como reboteador? Pero LeBron es mejor como defensor... ¿Que Magic era mejor pasador? Magic era mejor pasador que cualquiera, pero LeBron es mejor anotador y defensor... ¿Que no tiene tanto carisma? Tal vez no lo tenía antes, pero actualmente sí lo ha alcanzado y, además, a día de hoy ya es plenamente uno de esos jugadores que hacen mejores a sus compañeros; J.R. Smith, Tristan Thompson, Kyrie Irving (Kevin Love no cuenta, porque es un tipo de jugador que no encaja en los sistemas del equipo y jamás brillará con todo su potencial en un sistema de juego como el de Cleveland Cavaliers)... LeBron James se ha convertido, y eso sí que son palabras mayores, en el único jugador de la historia en liderar todas las estadísticas posibles en unas finales de la NBA; fue el mejor anotador (29,7), el mejor reboteador (11,3), el mejor pasador (8,9), el mejor ladrón de balones (2,6) y el mejor taponador (2,3) a lo largo de los siete partidos de las finales... casi nada.
Lo que ha realizado LeBron James en estas finales frente a los Golden State Warriors, bien podría definirse como un clínic total de baloncesto, en ambos lados de la cancha, con los mejores sparrings del mundo enfrente. Stephen Curry puede haber sido, merecidamente, el MVP de la temporada, pero este es, sin ninguna duda, uno de esos casos en que se puede decir firmemente que el MVP de la temporada no es el mejor jugador de baloncesto del mundo (un tema sobre el que hace tiempo tengo pendiente un post), pues el jugador más determinante del planeta baloncesto, sigue siendo, a día de hoy, el sr. LeBron Raymone James.